Familiares, amigos y cercanos a las víctimas fatales, homenajearon y despidieron ayer a los héroes del Chapecoense, en el Arena Condá. En un día lluvioso, donde la tristeza seguía invadiendo al club brasileño.
Chapecó, recibió ayer los restos de sus futbolistas fallecidos en un accidente aéreo en Medellín, para rendirlos un tributo multitudinario en el estadio donde este pequeño conjunto del sur de Brasil que había ganado notoriedad continental. Dos aviones Hércules de la Fuerza Aérea Brasileña trasladaron, con pocos minutos de diferencia a los 50 futbolistas y directivos del club que fueron repatriados de Colombia.
Los féretros empezaron hacer cargados por los escoltas militares, bajo los aplausos de los allegados de las víctimas admitidos en el lugar con sus casacas verdes cubiertos de pilotos y paraguas para contrarrestar la lluvia.
Desde allí los ataúdes, fueron dirigidos en procesión hasta el estadio donde el equipo vivió horas memorables de la gesta que los convirtió en finalistas de la Copa Sudamericana, un sueño que se quebró en las serranías de Medellín.
