Prince tenía programada una cita con el doctor Howard Kornfeld el día después de su muerte para tratar sus adicciones a los calmantes. Así lo han confirmado los abogados del médico en una rueda de prensa este miércoles. Según sus representantes legales, Kornfeld tenía «una misión para salvarle la vida».
Kornfeld, que dirige la clínica de rehabilitación Recovery Without Walls, en California (EE UU), pidió a un compañero de Minnesota —donde vivía Prince— que acudiera a la residencia del cantante porque él no podría llegar hasta el 22 de abril. Según los abogados, el hijo del doctor, Andrew, que también trabaja para la clínica, estuvo presente en el domicilio de Prince, de 57 años, el día de su fallecimiento, el jueves 21 de abril.
«El personal lo encontró finalmente [a Prince] en el ascensor, inconsciente. Uno de los miembros del personal empezó a gritar. Andrew escuchó el grito y fue al ascensor, donde vio que Prince estaba inconsciente», han explicado en la rueda de prensa. Según los abogados, fue Andrew Kornfeld quien llamó a emergencias (911, en EE UU) y destacaron que la actuación de este fue adecuada para dicha situación y que «quienes solicitan ayuda a través del 911, «tienen inmunidad».
Andrew Kornfeld llevaba consigo en esos momentos una pequeña cantidad del fármaco buprenorfina, pero sus abogados aseguran que no se la suministró a uno de los genios del pop y quien reinventó la música negra. La posible adición o problemas de Prince con el consumo de opiáceos y calmantes ha centrado muchos de los rumores tras su fallecimiento, del que todavía no se conocen las causas a la espera de los resultados de la autopsia. Pese a que se practicó una autopsia al cuerpo del autor de Purple Rain, las autoridades advirtieron que determinar la causa de la muerte del músico llevará «varios días» y que las pruebas de toxicología pueden alargarse «durante semanas».
La policía también centra su investigación en saber si Prince murió de una sobredosis. Es más, a finales del mes de abril las autoridades de Minnesota, que investigan la muerte del cantante, solicitaron ayuda a la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) para esclarecer lo ocurrido. Mientras se esclarece lo ocurrido, siguen saliendo más posibles herederos para hacerse con su fortuna.