Durante gran parte del año pasado, las sucesivas demoras y la falta de información sólida hicieron que Anti, el disco nuevo Rihanna , pareciera una criatura mítica del pop. Ahora que sabemos que es real, podemos escuchar el octavo álbum de la cantante por lo que es: su lanzamiento más crudo hasta el momento, y algo así como un rechazo de su pasado como artista comercial del Top 40. Luego de años de discos dominados por hits -desde su debut hasta Unapologetic, de 2012- Rihanna se volvió una artista de discos, con una marcada tendencia anti-pop.
El sonido volado de Anti es más que un nuevo traje para una artista que incursionó en todo, desde el pop adolescente histérico hasta el trap agresivo. Después de años siendo una cantante en gran medida definida por su producción, finalmente parece como si Rihanna estuviera a cargo de su propio sonido, rehaciendo el pop en sus propios términos. Como dice ella misma de manera tajante en «Consideration»: «Tengo que hacer las cosas a mi manera, cariño».