La película de culto estadounidense fue estrenada en 1991, con la dirección de Jonathan Demme, y con Jodie Foster, Anthony Hopkins y Scott Glenn en los papeles principales, hace ya un cuarto de siglo, un thriller con tintes de crimen y terror irrumpía en la pantalla grande, logrando rápidamente una gran repercusión y convirtiéndose en un verdadero éxito a nivel mundial. Con guión de Ted Tally, El Silencio de los Inocentes (The Silence of the Lambs en Estados Unidos) llegó a recaudar 272,7 millones de dólares y consagró al británico Hopkins, a quien hoy por hoy es imposible no recordarlo en su papel de Hannibal Lecter.
«El FBI busca a Buffalo Bill (Ted Levine), un asesino en serie que mata a sus víctimas, todas adolescentes, después de prepararlas minuciosamente y arrancarles la piel. Para poder atraparlo recurren a Clarice Starling (Foster), una brillante licenciada universitaria, experta en conductas psicópatas, que aspira a formar parte del FBI. Siguiendo las instrucciones de su jefe, Jack Crawford (Glenn), Clarice visita la cárcel de alta seguridad donde el gobierno mantiene encerrado a Hannibal Lecter, antiguo psicoanalista y asesino, dotado de una inteligencia superior a la normal. Su misión será intentar sacarle información sobre los patrones de conducta del asesino que están buscando», decía la sinopsis oficial del largometraje