Cuando las cosas empezaron a ir mal para los miembros de Queen, Brian May tuvo una idea brillante.
La historia de Queen siempre ha sido una de éxitos. La primera mitad de los 80 fue un momento dorado para la banda inglesa, que publicó temas tan emblemáticos como “Crazy Little Thing Called Love”, “Another One Bites the Dust”, “Under Pressure”, “Radio Ga Ga” o “I Want to Break Free”. El Live Aid de 1985 fue un punto culmen en su carrera pero, ¿qué ocurrió después? (vía Ultimate Classic Rock)
A principios de 1986, la banda volvió al estudio de grabación para grabar ‘A Kind of Magic’. Como puede que ya sepas, parte de la música del redondo acabó en la película ‘Highlander’, conocida como ‘Los inmortales’ en España. Sin embargo, y aunque no te lo creas, temas como el legendario “Who Wants To Live Forever” no tenía tanto que ver con una fantasía sobre guerreros inmortales, sino, más bien, con todo lo contrario.
Y es que las cosas no fueron bien para Queen en la segunda mitad de la década. En 1987, Freddie Mercury fue diagnosticado con VIH, aunque no lo hizo público hasta tiempo después. Por otro lado, Brian May lloraba la muerte de su padre y la ruptura de su matrimonio.
Fue entonces cuando la banda vio parte del metraje, sin editar, de ‘Highlander’. Esto, sumado a lo que May acababa de pasar, le despertó una chispa de creatividad: “Esa fue nuestra primera experiencia con ‘Highlander’. No había leído el guión, no creo que ninguno de nosotros lo hubiera hecho”, dijo el guitarrista en 2003.
“Me emocionó… Abrió una puerta dentro de mí. Estaba lidiando con muchas tragedias en mi vida: la muerte de mi padre y la muerte de mi matrimonio, entre otras cosas. Pude, inmediatamente, escuchar ‘Who Wants To Live Forever’ en mi cabeza, y estaba casi completa en el trayecto en coche hasta mi casa. Recuerdo que se la canté a mi mánager mientras me llevaba y se quedó sorprendido. Me dijo: ‘¿De dónde ha venido esto?’ y yo le contesté: ‘Ni siquiera lo sé’”.
El divorcio de May y la muerte de su padre tuvo lugar dos años después, en 1988, pero aquella canción acabaría formando parte de la película, más concretamente de la escena en la que -spoiler- el protagonista veía como su mujer envejecía hasta morir mientras que él, inmortal, seguía siendo joven.
El tema se grabó junto a la Orquesta Filarmónica de Londres, con arreglos compuesto por May y el encargado, en parte, de la música del film, Michael Kamen. En la película, Freddie cantaba en el tema entero, aunque, en la versión del disco, May también cantaba varias frases, incluyendo el primer estribillo. Ambos, sin duda, se estaban enfrentando, cada uno por su propio camino, a la muerte en sus distintas formas.
Una curiosidad que, por suerte, le da una nota alegre a esta historia, es que, en el videoclip, hay un elemento que no cuadra en la composición. En el tema, Queen aparecen apoyados por una orquesta, rodeados de velas, con un cierto aire intenso y dramático. Sin embargo, ¿por qué Roger Taylor, en lugar de ir de punta en blanco, aparece con una chaqueta vaquera? ¿No le dijeron que había código de vestimenta para el videoclip? La respuesta es bastante graciosa.
“Me emborraché mucho durante la grabación del videoclip, no podía recordar mis partes”, narra Taylor. “Debía ir borracho, porque salgo vestido con un atuendo vaquero. ¡Me debí caer en un cubo de lejía! Fue un rodaje largo, aburrido y terriblemente serio”.
Fuente: Rock FM