El abogado de Spencer Elden asegura que la inclusión del dinero en la fotografía hace que el bebé aparezca representado “como un trabajador sexual”.
Su imagen, la de un bebé de apenas unos meses nadando desnudo en una piscina persiguiendo un billete de un dólar, se convirtió en una de las portadas de discos más reconocibles y reproducidas de todos los tiempos.
Ahora, 30 años después de la publicación de aquel álbum de Nirvana titulado Nevermind, el protagonista de aquella imagen, Spencer Elden, ha decidido demandar a la banda estadounidense por considerar que esa instantánea constituye un delito de pornografía infantil. Elden busca una indemnización por, según dice la demanda, “los daños que ha sufrido y seguirá sufriendo de por vida”.
La popular fotografía fue una idea del malogrado líder del grupo, Kurt Cobain.
La idea era representar a un recién nacido que, a pesar estar bajo el agua, indefenso, desnudo, perseguía el dinero, tal y como contó a The Guardian el encargado de efectuar los disparos, Kirk Weddle.
La lectura que se hizo de aquella imagen fue la de una crítica al capitalismo, sin embargo, Robert Y. Lewis, el abogado de Elden, ofrece una interpretación inusual para argumentar que cruza la línea hacia la pornografía infantil, asegurando que la inclusión del dinero en la fotografía hace que el bebé aparezca representado “como un trabajador sexual”.
“Los acusados promocionaron pornografía infantil de Spencer de manera intencional y comercial e hicieron uso de la impactante naturaleza de su imagen para promocionarse a sí mismos y su música a costa de Spencer”, asegura la denuncia presentada en un juzgado californiano y que ha sido recogida por medios estadounidenses.
Entre los señalados por esta denuncia aparecen Dave Grohl y Krist Novoselic, que junto al legendario y desaparecido Kurt Cobain (1967-1994) componían la formación clásica de Nirvana, informa Efe.
Extrañamente, la denuncia también acusa a Chad Channing, que fue batería de Nirvana en sus primeros años y que abandonó la formación en 1990, es decir, antes de que se editara Nevermind.
No es la primera vez que Elden, que tenía cuatro meses cuando se realizó la fotografía y lleva la palabra Nevermind tatuada en el pecho, muestra sentimientos encontrados respecto a la imagen, por la que sus padres recibieron 200 dólares, unos 170 euros.
«Siento que soy el último pedacito del rock grunge»
En 2016, en una entrevista a la revista Time, mostraba su disconformidad por no haber percibido una compensación económica acorde con haber protagonizado la portada de un álbum que ha vendido 30 millones de copias en todo el mundo y que se ha reproducido en todo tipo de merchandising. “Todos los involucrados tienen toneladas y toneladas de dinero. Siento que soy el último pedacito de rock grunge“, dijo Elden. ”Vivo en la casa de mi madre y conduzco un Honda Civic“. Incluso el propio fotógrafo, Weddle, con quien mantuvo el contacto a lo largo de los años por ser amigo de sus padres, aseguró en la conversación con The Guardian que Elden siente “que todos ganaron dinero con ello y él no”.
Pese a la posición adoptada por Elden ha vuelto a recrear la portada en cuestión en varias ocasiones como, por ejemplo, para la revista Rolling Stones y en el vigésimo quinto aniversario del lanzamiento del disco, en 2016, él mismo volvió a recrear la portada en cuestión y aunque él propuso aparecer también desnudo como en la imagen original, finalmente y por decisión del fotógrafo, lo hizo ataviado con un bañador, melena suelta y cubierto de tatuajes. “Pensó que sería extraño, así que me puse mis shorts de baño”, comentó en aquel momento a The New York Post.
Fuente: El Pais