El mítico concierto realizado en Copacabana, Río de Janeiro, Brasil en 2006 ahora editado en un disco.

Si hacemos memoria no sabemos cúantos son los discos de The Rolling Stones, ¿Son 15? ¿o 20?. En todo caso son demasiados, y en los últimos años, con el formato digital, se vino una avalancha de ediciones incomparables.

Sin embargo para los fans cada álbum representa un documento, una foto, un momento vivido si es que estuvo allí en ese lugar. Aunque los clásicos se repiten invariablemente siempre queda una perla por rescatar de cada uno de ellos y además se encuentra el valor agregado y nostálgico de poder atestiguar cómo ha pasado el tiempo para Mick Jagger -quién acaba de cumplir 78 años- y compañía.

Al escuchar “A Bigger Bang: Live On Copacabana Beach”, recién editado, no es posible evitar el asombro por el hecho de que los Stones no modificaran sustancialmente el repertorio de esa gira de 2006 para ese show tan multitudinario en la playa de Copacabana.

The Rolling Stones podrían haber tocado más hits, con estribillos más explosivos, sin embargo mantuvieron la lista como si tocaran en un estadio pequeño o un teatro. Es increíble cómo el grupo puede pararse en ese escenario, ante casi dos millones de personas, en una playa, en la capital del carnaval, para hacer una versión de “Wild Horses”, una balada nostálgica, íntima y tristísima que fue escrita al lado de la cama de un hospital.

Como si estuviesen en un bar con amigos zapando covers, la banda de Mick Jagger se despacha en Copacabana con “The Night Time Is The Right Time”, un blues de los años 50 que popularizó Ray Charles. Más increíble es aún que las personas que estaban en el lugar paradas en la arena, casi la mayoría ni había nacido aún cuando se escribió esa canción.

Esto se produce en realidad porque no importa donde toque The Rolling Stones, ellos siempre achican la distancia con el público. Ellos arriba de cualquier escenario se sienten cercanos a las personas, aunque después desaparezcan en una limusina con rumbo desconocido.

Mick Jagger es un gran showman por su carisma y por su despliegue físico, pero también es capaz de llevarte con la imaginación a un estadio, estando sentado en el living de tu casa. También te trae ese recuerdo emotivo donde recuerdas que escuchaste esa canción por primera vez, ya sea en un antiguo walkman o de casualidad en la radio de tu automóvil.

 

Fuente: MDZ