Ya sea en la moderna versión de Madonna o en la clásica de Don McLean –su autor original–, seguro que te suena la canción American Pie.

Este épico tema de ocho minutos sobre el sueño americano y el rock and roll se convirtió en un himno para una generación de norteamericanos que memorizaron religiosamente cada frase de la canción, fascinados por la misteriosa letra llena de referencias a la inocencia de los años 50, los turbulentos 60 y los confusos 70.

Cuando la gente le pregunta al cantautor neoyorquino por el auténtico significado de la canción, le gusta responder: «significa que esa canción hizo que no tuviera que trabajar más». Y lo dice con razón porque además del dinero que le generó el tema, compuesto en 1971, las 16 páginas con notas manuscritas que dieron origen al tema y que permanecieron ocultas en un cajón durante más de 40 años se vendieron en una subasta en 2015 por 1,08 millones de euros.

Y entre las frases de la canción destaca por supuesto «The day the music died», que se refiere a aquel aciago 3 de febrero de 1959 en que la leyenda del rock and roll Buddy Holly fallecía en un accidente de aviación junto a otros dos importantes músicos, Ritchie Valens y The Big Bopper. Vamos a repasar qué es lo que ocurrió el día que la música murió.

Los tres rockstars morían cuando su avioneta de cuatro plazas Beechcraft Bonanza chocaba en un campo de maíz de Iowa pocos minutos después de despegar de Mason City con destino a Moorehead, Minesota. Los expertos achacarían posteriormente el accidente al mal tiempo y a un error del piloto del aparato, que contrariamente a un extendido rumor popular, no se llamaba ‘American Pie’.

Nacido Charles Holley en Lubbock, Texas, Buddy Holly tenía solo 22 años cuando murió. Empezó cantando country con sus amigos del instituto antes de pasarse al rock and roll y hacer de telonero para varias estrellas, Elvis Presley incluido. A mediados de los 50 Holly ya era una gran estrella, con un número uno en las listas: That’ll be the day. Muchas de sus canciones se lanzaron tras su muerte y fueron inspiración para Bob Dylan y Paul McCartney.

J.P. ‘The Big Bopper’ Richardson, de 28 años, empezó como DJ en Texas y después comenzó una fructífera carrera como compositor. Su mayor éxito fue Chantilly Lace, que llegó a ser número 1 en 1958.

La tercera víctima fue Ritchie Valens, cuyo nombre real era Richard Valenzuela, nacido en Los Angeles y que pese a tener tan solo 17 años cuando se estrelló el avión pero ya había firmado un hit tan inmortal como La Bamba, basado en una canción de boda tradicional mexicana, aunque él apenas hablaba castellano. En 1987 su vida sería llevada al cine con una película del mismo nombre y el tema principal, interpretado por Los Lobos, llegaría a lo más alto de las listas. Valens entró de manera póstuma en el Rock and Roll Hall of Fame en 2001.

Pero por supuesto, una fecha tan señalada no podía dejar de tener por sí misma una historia que bien podría ser un guion de película. Después que su autobús de gira sufriera un problema mecánico, Buddy Holly había reservado un avión para cubrir las siguientes etapas de su Winter Dance Party Tour. Richardson había cogido la gripe durante la gira y le pidió a Waylon Jennings, otro miembro de la banda, su lugar en el avión. Cuando Holly se enteró de que Jennings no iba a viajar con él, le dijo socarrón: «¡Espero que tu viejo autobús se congele!»; Jennings contestó en tono bromista: «¡Bueno, yo espero que tu viejo avión se estrelle!», una réplica con un fatal augurio que le perseguiría el resto de su vida.

Pero la mala suerte no se detuvo ahí, ya que Ritchie Valens pese a tener miedo a volar, también le pidió a otro músico, Tommy Allsup, su asiento en el avión. Apostaron a cara o cruz para decidir quién se lo quedaría. Valens ganó y selló así su destino. Destino final, podríamos decir, como la franquicia de terror que bien podría tener en esta trágica historia un nuevo episodio.

La esposa embarazada de Holly, Maria Elena, se enteró de su muerte por televisión. Viuda tan solo después de seis meses desde su boda, sufrió complicaciones en el embarazo y perdió al bebe que esperaba. No asistió al funeral y nunca ha visitado la tumba del cantante.

En una entrevista posterior declaró que: «en cierto modo me culpo a mí misma, sentía que algo no iba bien cuando él se fue. Yo estaba embarazada de dos semanas, y quería que Holly se quedara conmigo, pero ya tenía planeada la gira. Fue la única vez que no estuve con él. Y me culpo a mí misma, porque sé que si yo hubiera ido con él, Buddy nunca se hubiera subido en aquel avión».

 

Fuente: Esquire