Spector introdujo métodos innovadores como la «Wall of Sound» y trabajó con una constelación de estrellas como The Beatles y Tina Turner. Estaba en la cárcel por el asesinato de una comediante en 2003.

El legendario, y excéntrico, productor musical Phil Spector ha muerto a los 81 años de edad por complicaciones derivadas de la Covid-19 que contrajo en prisión mientras cumplía una sentencia por asesinato.

Spector contrajo el coronavirus hace cuatro semanas, pero tras recuperarse volvió a prisión. Su fallecimiento ha sido confirmado por el servicio de Penitenciarías de California, donde cumplía condena.

«El interno de las Instalaciones de Atención Sanitaria de California Phillip Spector ha sido declarado muerto por causas naturales a las 18.38 horas del sábado, 16 de enero de 2021 en un hospital externo. La causa oficial de la muerte será esclarecida en una autopsia en la Oficina del Sheriff del condado de San Joaquín», ha publicado el departamento.

Spector labró su fama en la industria discográfica al participar en algunos de los éxitos de The Beatles, Tina Turner, Righteous Brothers, The Ronettes y Ramones, entre otros.

Su afán por mejorar la definición de las grabaciones le llevó a depurar en los años sesenta una técnica más costosa y tediosa, basada en añadir más y más músicos e instrumentos a las sesiones de grabación superponiendo, después las pistas de sonido. Lo que le permitía alcanzar una orquestación conocida como el muro de sonido que fue clave en las grabaciones de rock venideras.

El productor, además, utilizaba una sala de eco para amplificar la reverberación confiriendo una mayor sonoridad a la grabación que, contrariamente a lo que se estilaba en la época, destacaba por su contundencia más que por la claridad de las diferentes secciones (cuerda, vientos, coros, etc…)

No obstante, no todos los artistas quedaron satisfechos con su trabajo. El caso más sonado es el de Paul McCartney que nunca ocultó su desagrado por el sonido reportado en el disco Let it Be grabado en 1969 por The Beatles volviendo a reeditar el disco en 2013 retitulándolo como Let it Be… Naked (Déjalo ser… al desnudo).

 

Fuente: La Vanguardia