Se cumplen 50 años del festival  de Altamont, California, donde se realizó un festival de enorme magnitud que pretendía igualar al Woodstock, pero del lado oeste de los Estados Unidos, el cuál fue totalmente un caos, con mucha sangre y muerte de por medio.

Los encargados de la seguridad fueron nada más y nada menos que por la banda de motociclistas «Hell’s Angels» (Ángeles del Infierno), donde tocarían nada más y nada menos que The Rolling StonesGrateful Dead, Jefferson Airplane, Santana, The Flying Burrito BrothersCrosby Stills Nash & Young y  como condimento final de lo que sería un gran verdadero desastre es que sería con entrada totalmente gratuita.

Primeramente la organización quién se tomó muy poco tiempo para la organización, no tuvo un lugar definido e ideal para realizar el enorme festival, donde cientos de miles de personas estarían presentes. La primera opción fue el Golden Gate y su parque, pero las autoridades municipales negaron el permiso. La organización se quedaba sin opciones y hasta el mismo Mick Jagger anunció que harían un gran festival de música durante el fin de semana del 6 y 7 de diciembre.

The Grateful Dead fue quíen había invitado a los Stones acudir al evento, ya que justamente ellos se encontraban en terminando su exitosa gira en los EE.UU. y fue exactamente cuando Mick Jagger se encontraba en el escenario cuando el horror comenzaría a fluir.

El anunció del sitio se había hecho el 4 de diciembre finalmente, dos días antes del super evento, ya que habían encontrado el lugar ideal, uno que pueda recibir a la cantidad ideal de personas y con una vista ideal para las cientas de miles de personas, Altamont.

El mismo día del anuncio de locación los fanáticos ya fueron llegando al lugar, y hasta el mismo Michael Lang (Organizador de WoodStock) fue invitado para ayudar con la organización.

Lang en pocas horas se dio cuenta que faltaban demasiadas cosas para que algo saliera bien. No estaba terminado el escenario (diseñado para la locación anterior), no había sonido para cubrir esa extensión de tierra, nadie había pensado en cómo alimentar a esos cientos de miles de personas, ni cómo harían sus necesidades. Tampoco había lugar para los miles de autos que arribarían ni servicios médicos contratados. Aunque parezca increíble, el festival siguió adelante.

Llegado el día, miles de vehículos estacionados a kilometros de distancia, en varias filas, mucha alegría, paz y amor en el aire se sentían, muy similar a Woodstock, hasta el line up era impecable. Pero el desastre cada vez estaba más cerca.

 

Santana fue el encargado de abrir el show, el guitarrista mexicano que había ganado mucho renombre luego de su mítico concierto en Woodstock, ya en ese momento se veía la euforia dispersa en la multitud y no exactamente por la música. Es bien sabido que esta es la época de auge del LSD, y en el festival corría como nunca la sustancia alucinógena.

Luego tocaron los Flying Burritos y en tercer lugar subió JefferAñadirson Airplane cuyo álbum Surrealistic Pillow ya era considerado una obra maestra. Eran uno de los grandes grupos de la Costa Oeste con la voz de Grace Slick. Aquí ya comienza a marcarse el destino de algunos presentes.

En un violento enfrentamiento en pleno concierto de los Jefferson Airplane se arma una gresca entre los Ángeles del Infierno con miembros del público que intentaban acercarse al escenario, y fue tan dura la respuesta de los «guardias» que el mismo Martin Balin (vocalista de J.A) tuvo que dejar de cantar «White Rabbit» para ir a auxiliar y separar a los miembros de la pandilla.  

Balin, cantante de Jefferson Airplane, saltó del escenario (un salto corto) y trató de separar a los agresores. Uno de los Ángeles le dijo que subiera a tocar de nuevo. Balin lo insultó. La respuesta fue un derechazo directa a su mandíbula.

 Corsby, Stills, Nash and Young. La actuación fue breve. mientras las grescas continuaban. Entonces entre tantos incidentes, The Grateful Dead decidió no presentarse.

Pero el momento cumbre llegó, la actuación de sus majestades satánicas, y allí se desataría el verdadero infierno

Un joven de 18 años sigue el recital bamboleando la cabeza levemente. En sus ojos hay furia y desconcierto. Las drogas y la violencia recibida lo desquiciaron. Busca revancha. Su traje verde agua, las anchas solapas y el peinado afro lo hacen fácilmente identificable. Se sube a una caja de sonido. Alguien lo derriba con violencia. Su novia se acerca. Él se levanta furioso. La gente de alrededor se corre una vez más, como lo hizo en cientos de oportunidades ese día, cuando percibe que otra trifulca va a tener lugar. La chica trata de agarrarlo.

Meredith Hunter, el joven de 18 años, en una reacción mete la mano en un bolsillo y extrae un arma. Entre el forcejeo y los golpes uno de los miembros motociclistas de The Hell’s Angels se acerca a Hunter por la espalda y da dos apuñaladas en la espalda, hecho que lo desplomaría, dando reacción a los demás miembros quienes siguieron pateando y apuñalando a Meredith en el piso ante los ojos de su propia novia. Todo esto practicamente a metros del escenario justo cuando Mick termina de cantar Under My Thumb.

Mick Jagger tuvo que dejar de cantar por varias ocasiones interrumpió el show para tratar de calmar los ánimos, pero nada resultó.

La noche terminó con un apuñalado, otro hombre se ahogó, dos hombres murieron en un accidente de atropello y nacieron dos bebés.

Todo esto, en un festival para el olvido.

 

 

FUENTE: INFOBAE