El Príncipe de las Tinieblas, Ozzy Osbourne, en una entrevista con Rolling Stones, confiesa que no está pasando el mejor momento de salud en su vida, lo cual le ha hecho postergar ya varios shows en gran parte del mundo, incluso una gira recientemente cancelada en tierras norteamericanas.
«Durante los primeros, digamos, cuatro meses, estuve agonizando. Estaba sufriendo más allá de lo que había experimentado en mi vida. Fue horrible. Estoy tomando clases de terapia física y ocupacional, pero el progreso es muy lento. Dicen que me llevará al menos un año. Tengo la esperanza de estar bien y listo para enero [cuando se reanude la gira]. Realmente estoy cruzando los dedos».
Neumonía, una gripe, infección en una mano y lo último fue una caída en su casa, yendo al baño en el medio de la noche. En primer lugar, la fuerte gripe que sufrió el artista de 70 años, le obligó a postergar una gira por Europa, en principios de este año, y ahora, luego de la fuerte caída que ha sufrido, se vino la cancelación de todas sus actividades hasta fin de año, debido a que debió someterse a una invasiva cirugía de cuello y columna, con la cual la recuperación fue bastante dura y empezó a experimentar algunas situaciones que miles de personas de su edad viven como ya naturales y que, por lo tanto, lo mantienen lejos de los escenarios:
«No puedo describir el sentimiento de impotencia que tuve. Tuve que usar [un andador] para ir a hacer pipí. Tenía que tener enfermeras día y noche. Solo estar en el hospital es suficiente para volverte loco. Le agradezco a Dios que no me haya quedado parapléjico cuando tuve ese accidente. No estaría aquí ahora. Habría saltado por el maldito techo, o me habría caído del techo, lo que sea».
Pero el líder de los Black Sabbath aun se presenta optimista a pesar de todo, y sigue ratificando sus deseos de volver al tour que lleva postergando hace un tiempo:
«Mi cita es enero, rezo a Dios, porque me volveré loco. Mantendremos los dedos cruzados. Es como hacer una escultura. Hay que reestructurar la vida nuevamente.»
Si de algo estamos seguros, es que sus fans también se encontrarán optimistas con la recuperación del máximo exponente de los Black Sabbath.
¡Fuerza, Ozzy!