Fue un 18 de agosto de 1977 cuando se dio el último adiós al Rey Del Rock, el emotivo encuentro tuvo lugar en su mansión de Graceland, allí, unas 150 personas lloraron su ida y más de 75.000 fans acompañaron el momento desde las puertas de la mansión con el objetivo de estar lo más cerca de su ídolo antes del entierro.
Elvis fue enterrado en el cementerio Forest Hill, al lado de su madre en un mausoleo de mármol. Desde ese día Presley agregó un adjetivo más a su perfil: leyenda.
Sus canciones, sus movimientos de pelvis y sus trajes, son hasta ahora motivo de admiración.