La nueva edición del álbum «Flowers in the Dirt» de Paul McCartney es tanto un proyecto de arqueología como un relanzamiento en el que los oyentes pueden desenterrar los huesos de un álbum emblemático que pudo ser pero no se hizo.

La caja contiene un DVD y tres CDs de audio, dos de los cuales están dedicados a la colaboración de composición entre McCartney y Elvis Costello en 1987 y 1988, que dio como resultado 15 canciones. Al escuchar estas piezas, algunas de las cuales se dieron a conocer por primera vez esta semana, es difícil no preguntarse por qué no hicieron un disco de duetos como el que hizo Costello después con Burt Bacharach. En vez de eso decidieron no alterar el plan original.

El mítico disco pudo haber empezado con «My Brave Face» y «Veronica», dos de sus mayores éxitos de la década de 1980. Y ese habría sido solo el comienzo.

«En perspectiva, se podría decir eso», dijo McCartney a The Associated Press. «Si hubiésemos hecho un poco más de esos demos hubiésemos podido hacer un álbum increíble. Pero no lo hicimos. Sólo llegamos hasta ahí».

McCartney inició su colaboración por sugerencia de su mánager. El ex Beatle buscaba sonidos, estilos y productores diferentes cuando empezó a trabajar en un nuevo álbum. McCartney y Costello trabajaron por varias semanas en un cuarto arriba del estudio de McCartney en Sussex, Inglaterra, donde escribían una canción al día y bajaban de inmediato a grabarla con guitarras acústicas y cantando juntos.

«Había muchas similitudes, al trabajar con Elvis y trabajar con John (Lennon), porque sé que Elvis es un gran fan de los Beatles», dijo McCartney. «Era un fan de John, usa lentes, toca la guitarra hacia la derecha».

Todos son de Liverpool también. McCartney trabajó con Costello como lo hacía con Lennon: los dos sentados con guitarras acústicas uno frente al otro. Como McCartney es zurdo, sentía como si se estuviera viendo en un espejo.

«Creo que la clave era no llegar con pantalones cortos y mi credencial del Club de Fans asomada del bolso de mi saco», dijo Costello. «Me pidieron escribir canciones en 1987, sabiendo lo que sabía y habiendo hecho lo que había hecho por 10 años, lo que en ese entonces parecía mucho tiempo. Paul sabe lo que ha hecho y sabe que me encanta».

«Fuera de eso a veces volteas a ver y piensas ‘¡Cielos, es él!», expresó.

Uno de los discos de la colección, que sale a la venta esta semana, contiene nueve de esas 15 canciones grabadas el mismo día en que fueron escritas. Otro incluye las mismas canciones producidas por los dos y acompañados por una banda. La mayoría fueron cantadas por McCartney, pues la idea era que serían para su álbum.

Hasta cierto punto algo se perdió en el proceso.

Como ambos son hombres de carácter fuerte acostumbrados a estar a cargo de su música, es difícil saber si la fácil creatividad de las sesiones de composición hubiese perdurado con el arduo trabajo de las grabaciones pulidas. Los dos rechazan la idea de que hubieran surgido problemas, o que hubiesen necesitado a otro productor como referí. Costello, en cambio, dice que no habría sido tan divertido como producir solo ellos dos.

Las canciones que escribieron se dispersaron entre ambos, o quedaron en el cajón. Cuatro fueron incluidas en «Flowers in the Dirt», comenzando por «That Day is Done» y la respuesta «You Want Her Too». Costello grabó después «So Like Candy» y «Pads, Paws & Claws». Algunos demos se deformaron con el tiempo.

Costello, por su parte, no se arrepiente del álbum que nunca fue. Más bien prefiere ver el vaso medio lleno.


Fuente: Musica Terra